
El cofre de los deseos es una joya, normalmente un colgante, hecho en plata. Se trata de un amuleto elegante y ricamente decorado originario del Tíbet que en ocasiones también recibe el nombre de cofre de los sueños.
Para usar el cofre de los deseos, hay que introducir un papelito en el interior. En una cara del papel se escribe un deseo, solo uno. Tiene que ser algo que se desee de corazón y se debe escribir de forma sencilla y clara. En el reverso, se escribe un secreto. Nadie puede leer lo que contiene el cofre de los deseos.
Una vez que se cumple el deseo, debe destruirse el papelito prendiéndole fuego, sin que nadie lo pueda leer. Podrá volver a utilizarse con un nuevo deseo y el fuego guardará para siempre el secreto. Una vez una persona lo ha usado, lo puede regalar a alguien como joya, pero NO para su uso como cofre de los deseos, puesto que es intransferible. Sí que se puede regalar como cofre de los deseos si nunca se ha usado.
Según una antigua leyenda tibetana, un monje de la religión Bön creó el llamado cofre de los deseos: un tubo alargado en plata, material muy apreciado y de alto valor, en el que introducir un papel en el que había escrito su sueño más intenso y deseado. Lo llevaba como colgante para tenerlo siempre cerca del corazón y aunque sus superiores se rieron de él, su deseo se cumplió: entonces, quemó el papel para que el fuego guardara su secreto para siempre.